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lunes, 9 de abril de 2012

Los espacios en blanco

Por Gonzalo Hernandez de Elalmeria.com ( os reproduzco un articulo de este señor con una reflexion muy interesante)

HACE ya unos cuantos años empezó la revolución digital en la televisión, la famosa TDT. El gobierno nos lo vendió con el mensaje de que la calidad de imagen mejoraría, lo que era cierto, que habría interactividad ( que todavía estamos esperando) y que incluso habría alta definición. El que al final hubiera que comprar sintonizadores nuevos para la TDT de pago o de HD es otra (triste) historia de incompetencia gubernamental. Pero realmente el motivo de la transición a la televisión digital terrestre no fue nada de eso. Fue económico, como todo. Pero no solamente para vender descodificadores y televisores nuevos. Al emitir en digital, que comprime la señal, se liberaba mucho espacio en el espectro radioeléctrico. Y ese espacio, como parcelas en una urbanización de lujo, se puede vender muy caro. Se puede usar para telefonía móvil, por ejemplo, con el famoso 4G que está por venir y del que ya hemos hablado. También para transmisiones militares, gps más preciso, para walkie-talkies, radio-control, etc... O se puede usar para mejorar el wi-fi. Una iniciativa muy interesante al respecto, y que es tan buena que parece imposible que al final se lleve a cabo, se llama precisamente "Super wi-fi" y usa estos "white spaces" o "espacios en blanco". Básicamente consiste en que el router que tenemos en casa emite nuestra señal, pero a mucha más distancia aprovechando ese espacio vacío, a kilómetros, y atravesando las paredes incluso, como hacen las señales de televisión. Todos hemos "robado" en algún momento una señal sin contraseña del wi-fi del vecino a través de un tabique, pero si la iniciativa de los espacios en blanco prospera, podemos encontrarnos con cientos, si no miles, de señales en el aire. Dejando de lado las alarmas infundadas acerca de la radiación resultante, el hecho es que sería muy sencillo crear una infraestructura ordenada y sin "robos" que beneficiara a todos. En vez de conectarnos de manera pirata, nos identificaríamos con nuestro nombre y contraseña, y usaríamos una parte del ancho de banda de cada usuario, y ellos del nuestro. Si cada router compartiera la mitad de su señal con un máximo de cinco usuarios invitados, bastaría conectarse con diez al mismo tiempo para tener la misma calidad en cualquier parte que en casa. Cada router sería como una antena colectiva. De ese modo, la cobertura de "nuestro" wi-fi abarcaría las ciudades completamente, si no todo el país, con el ahorro y la velocidad que ello supone. Es sólo una idea de momento, pero dada la competencia que va a existir entre la telefonía móvil y la fija, a la que ya sólo salva el wi-fi, es posible que acabe siendo realidad, y que el mayor beneficiario del TDT termine siendo no nuestro televisor, sino el portátil, tableta o móvil.

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