Los residentes del número 8 de la calle Peña Trevinca de Ourense han levantado la voz de alarma al descubrir que en su propio edificio se encuentra una de las conocidas como picoantenas (pequeñas anenas) de telefonía móvil, adherida al cartel de un taller, aunque creen que lleva meses instalada.
Una de las vecinas, Fina Calleja, aseguraba que 'non estou disposta a permitir que esa antena continúe debaixo da miña casa'. Y este es, según explica, el sentir de la mayoría de sus vecinos. Arirma que el propietario del taller autorizo esta instalación 'sen informar á comunidade de veciños e, evidentemente, sin que ésta lle dese o seu consentimento'.
Calleja califica estas infraestructuras como 'unha ameaza invisible contra a saúde dos veciños' ya que teme -al margen de enfermedades más graves- los efectos de sensibilidad a las ondas electromagnéticas, cuyos síntomas pueden derivar en dolores de cabeza, aumento de mucosidad, fatiga o insomnio. Considera, además, que supone un perjuicio también para su propiedad: 'Se agora quixese vender o meu piso contaría cun problema a maiores'.
Los vecinos critican la desinformación y la 'falta de escrúpulos' con la que se ha actuado en este caso. De hecho, han cursado una instancia al Concello de Ourense, que ha puesto en marcha el engranaje burocrático para tomar las medidas pertinentes dentro de sus competencias, 'pero isto significa, segúndo me informaron, que a antena poderá estar instalada ata dous anos e non o imos consentir', explica Calleja. Asegura que el modo de proceder de las compañías es 'instalalas e despois pedir os permisos'.
Por su parte, Manuel Prol, propietario del taller en el que se ubica la picoantena, se justifica: 'Só lle alquilei un sitio á compañía, como se alugo calquera outra propiedade', y afirma que, en tal caso, la compañía será quien tenga las responsabilidad.
CAMUFLAJE
Las compañías de telefonía móvil, ante las polémicas causadas por sus antenas en los tejados de las ciudades han refinado el aspecto de estas infraestructuras. Las picoantenas son receptores transmisores de señal telefónica a través de ondas electromagnéticas que, en lugar de encontrarse en los tejados o azoteas, se sitúan en las fachadas a alturas más bajas. Eso hace que pasen más inadvertidas ya que una de sus características es que se encuentran camufladas con el entorno. En el intento de que las picoantenas pasen inadvertidas, se buscan ubicaciones poco usuales, como carteles comerciales, marcos e incluso, en algunos casos, se pintan del mismo color que las fachadas para que se mimeticen del todo con su soporte.
Calleja califica estas infraestructuras como 'unha ameaza invisible contra a saúde dos veciños' ya que teme -al margen de enfermedades más graves- los efectos de sensibilidad a las ondas electromagnéticas, cuyos síntomas pueden derivar en dolores de cabeza, aumento de mucosidad, fatiga o insomnio. Considera, además, que supone un perjuicio también para su propiedad: 'Se agora quixese vender o meu piso contaría cun problema a maiores'.
Los vecinos critican la desinformación y la 'falta de escrúpulos' con la que se ha actuado en este caso. De hecho, han cursado una instancia al Concello de Ourense, que ha puesto en marcha el engranaje burocrático para tomar las medidas pertinentes dentro de sus competencias, 'pero isto significa, segúndo me informaron, que a antena poderá estar instalada ata dous anos e non o imos consentir', explica Calleja. Asegura que el modo de proceder de las compañías es 'instalalas e despois pedir os permisos'.
Por su parte, Manuel Prol, propietario del taller en el que se ubica la picoantena, se justifica: 'Só lle alquilei un sitio á compañía, como se alugo calquera outra propiedade', y afirma que, en tal caso, la compañía será quien tenga las responsabilidad.
CAMUFLAJE
Las compañías de telefonía móvil, ante las polémicas causadas por sus antenas en los tejados de las ciudades han refinado el aspecto de estas infraestructuras. Las picoantenas son receptores transmisores de señal telefónica a través de ondas electromagnéticas que, en lugar de encontrarse en los tejados o azoteas, se sitúan en las fachadas a alturas más bajas. Eso hace que pasen más inadvertidas ya que una de sus características es que se encuentran camufladas con el entorno. En el intento de que las picoantenas pasen inadvertidas, se buscan ubicaciones poco usuales, como carteles comerciales, marcos e incluso, en algunos casos, se pintan del mismo color que las fachadas para que se mimeticen del todo con su soporte.
Pero los vecinos comienzan a detectar estos dispositivos y a preocuparse por los posibles daños en su salud que puedan ocasionar. Ourense no es, ni mucho menos, la primera ciudad que afronta esta preocupación. Además, la preocupación por las picoantenas en Ourense, se suma a las reclamaciones contra antenas convencionales, como la que mantienen los vecinos de la calle Monte Penamá
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