-¿Cómo llega un linense a la Portavocía de la Oficina de Transición de la TDT ?
-Comencé a trabajar en el sector privado, en consultoría. Tras cuatro años decidí pasarme al sector público. Me preparé la oposición de Ingeniero del Estado y la saqué. Han sido cuatro años en el Ministerio de Industria muy interesantes y apasionantes. El Gobierno decidió en 2008 definir un objetivo claro: que toda la televisión en España fuera digital y a algunos funcionarios nos dieron la encomienda de que en 2010 fuera así. Con mucho tesón, pocos medios pero mucha ilusión, nos pusimos manos a la obra. Fue apasionante.
-¿Cómo ha sido el proceso de transición a la TDT en España?
-La transición a la TDT ha terminado con éxito para el objetivo que se planteaba. Con los medios que se tenían y teniendo en cuenta el objetivo que nos marcaron, creo que ha sido una transición modélica porque se hizo en un tiempo récord y en un país que tenía muchísima complejidad. Nadie sabía lo que era la TDT. Creo que se consiguió y ahora lo que queda es continuar.
-En el Campo de Gibraltar, ¿cree que el modelo ha fracasado dado que se dieron dos licencias de TDT públicas, la de Algeciras, y otra que continúa desierta?
-No tengo mucha información al respecto. La televisión de ámbito nacional la lleva el Ministerio y la local es de competencia autonómica. En cualquier caso, creo que el modelo tiene que repensarse. Al principio se establecieron unas líneas generales con un objetivo muy meritorio, como fue el pluralismo, y luego se han descubierto determinados problemas que tienen que ser corregidos.
-¿Cuáles han sido?
-Quizá la concentración de licencias en menos número de manos o a lo mejor también en un elevado número de televisiones que no pueden coexistir porque no hay demanda suficiente. Al final no es sostenible. La tendencia lógica es aglutinar y esa puede ser una solución en el caso de la comarca: utilizar una sola frecuencia con contenidos de varios municipios.
-En el ámbito privado, las emisiones comarcales se reducen prácticamente a Canal Campo de Gibraltar -aunque se concedieron tres licencias- tras la retirada de Una Bahía. ¿Qué opina de la desaparición de los medios locales que emitían en analógico, unos engullidos por la crisis y otros por no poder acogerse a la TDT como le pasó a Castellar o Los Barrios? ¿Y qué futuro tiene la de Tarifa en analógico?
-Las televisiones que emiten en analógico son ilegales... También en el sector privado la solución en la zona puede ser una licencia de TDT que abarque más municipios, aglutinar medios. En cuanto a la crisis, solo puedo decir que ha impactado en todos los sectores y servicios y éste no podía ser menos.
-La Línea ya no tiene televisión municipal. ¿Qué opina como linense ?
-Es una pena pero en estos momentos hay que ser muy eficientes con los medios públicos y hay otras prioridades y necesidades en La Línea que no están cubiertas.
-¿Cree que ha fracasado el modelo de TDT nacional ya que no hay más calidad ni variedad de contenidos, sino meros canales paralelos de contenidos 'enlatados'?
-El paso había que darlo. Era un avance tecnológico y que nos venía de Europa. Ahora estamos en un nivel intermedio. El objetivo es seguir porque existe un plan de continuidad para seguir mejorando y aglutinar todos los canales en una misma zona de frecuencia con la finalidad de utilizar las zonas sobrantes para otros servicios de valor añadido, como internet a través del móvil. Ya estamos equiparados con Europa. Fuimos uno de los primeros países en conseguir la transición y ahora se trabaja para lograr el dividendo digital en 2015. La televisión está repartida en frecuencias, si las ponemos todas en una misma franja tendremos un espacio sobrante que podremos utilizar para otras cosas, como la cuarta generación de los móviles para un acceso más rápido, con mejor imagen.
-¿Está obligada la TDT a reinventarse dada la crisis actual?
-Está en un proceso de desarrollo, están las bases y hay que avanzar.
-¿Cuál es el futuro del mercado publicitario y mediático? ¿Hay espacio para todos los operadores privados actuales?
-Se tiende a la concentración de medios porque se ha visto que el modelo tal y como estaba no era sostenible y el número de operadores se ha reducido. Cuando se amplió el número de canales la publicidad se diversificó, no multiplicó. Eso se intentó modificar con la eliminación de publicidad de RTVE pero no solucionó el problema. La segunda variable es la crisis, que ha cambiado todas las previsiones.
-Tras el máster en Nueva York, ¿cuál es ahora tu objetivo?
-El próximo mes de septiembre me reincorporo al Ministerio de Industria, donde me pondré a disposición de la tarea que se me encomiende. En dos años quiero regresar a Nueva York, donde se me ha quedado un trozo de corazón, para trabajar en un plan de Desarrollo de las Naciones Unidas. Creo Nueva York es la mejor ciudad del mundo, sin contar La Línea, claro.
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