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lunes, 25 de junio de 2012

Dividendo Digital = Mas ingresos para el estado


El Gobierno ha descubierto nuevas ventajas recaudatorias gracias a su afán por adelantar en un año la disponibilidad del denominado dividendo digital, es decir, la puesta en servicio del bloque de frecuencias radioeléctricas que los operadores de televisión cederán a los de telecomunicaciones a partir del 1 de enero de 2014, doce meses antes de lo inicialmente previsto.


Este acortamiento de los plazos tiene una consecuencia económica directa en favor del Ejecutivo: ingresará desde 2014 alrededor de 240 millones de euros a repartir principalmente por Telefónica, Vodafone y Orange, así como Yoigo en menor medida. Ese importe corresponde a la tasa por el uso del espectro radioeléctrico de las nuevas frecuencias de 800, 900, 1.800 y 2.600 Mhz licitadas el año pasado. Además de los cuatro grandes del sector, también deberán tributar por el uso del nuevo espectro el resto de los operadores que obtuvieron frecuencias el año pasado, como es el caso de Ono, Jazztel, Euskaltel, R, Telecable, Telecom CLM y Cota, todos ellos con nuevos recursos en la banda de 2.600 Mhz.
Los operadores de telecomunicaciones coinciden en las bondades que supone disponer cuanto antes del espectro para ofrecer los nuevos servicios de banda ancha móvil, aunque ello suponga anticipar costes que inicialmente estaban presupuestados para 2015. "Las frecuencias son la materia prima básica de los negocios de las telecomunicaciones móviles. Por lo tanto, cuanto más recursos tengamos y antes podamos hacer uso de ellos, mejor para todos"

El mercado no está preparado

Pese a la opinión favorable de los operadores afectados por el adelanto de los plazos de la puesta en marcha de la tecnología LTE (Long Term Evolution) sobre las frecuencias de 790-862 Mhz, otras fuentes del sector apuntan que el desembolso de la tasa del espectro ha pillado con el paso cambiado a las telecos. Los motivos esgrimidos tienen que ver con la escasa madurez de la tecnología 4G sobre las referidas bandas (actualmente ocupadas por los canales 61 a 69), con una penetración testimonial de los smartphones, tabletas y módem USB que dispongan de microchips adaptados para funcionar sobre estas frecuencias. El fin de las subvenciones de móviles para nuevos clientes -promovido por Telefónica y Vodafone- tampoco ayudará en la renovación de los terminales de 3G por los de 4G. "No hay suficiente masa crítica de usuarios de 4G que invite a realizar un despliegue masivo, con los costes que ello requiere", apuntan otras fuentes.
La comercialización de los servicios de LTE también requiere de despliegues de fibra óptica, asignatura todavía pendiente en España pese a los compromisos de inversión recientemente anunciados por Telefónica y Orange.
La bisoñez del LTE sobre frecuencias bajas (790-862 Mhz) no existe en el caso de las altas velocidades de conexión, ya disponibles en pruebas sobre 2.100 y 2.600 Mhz en las zonas empresariales de Madrid y Barcelona. En cualquier caso, la carrera por el 4G ya ha dado su pistoletazo de salida: Telefónica, por ejemplo, prevé comercializar sus primeros servicios de LTE en Alemania la próxima semana.
La tecnología de LTE sobre bandas altas de frecuencias (2.100 y 2.600 Mhz) ofrecen escaso radio de cobertura desde cada antena (5,5 kilómetros), en comparación con los 10 kilómetros de radio que proporciona una estación base de LTE que funcione sobre las frecuencias de 700 Mhz.

Cambio del calendario

El ejecutivo socialista -en línea con las directrices comunitarias-, fijó el 1 de enero de 2015 como plazo para completar la migración de frecuencias de las televisiones hacia las compañías que proporcionan acceso a Internet en movilidad (el referido dividendo digital). Sin embargo, aquellas previsiones quedaron desfasadas cuando el Gobierno presidido por Mariano Rajoy adelantó en un año el calendario heredado.
El anticipo en la puesta en servicio de la telefonía de 4G fue confirmado el pasado abril por Víctor Calvo-Sotelo, secretario de Estado para las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información. En aquella intervención en el Congreso de los Diputados, Calvo-Sotelo también desveló los planes del Gobierno de destinar 45 millones para financiar la liberación del espectro empleado por las televisiones para los nuevos usos de la telefonía de 4G. Entre otras ventajas, la nueva súper banda ancha móvil permitirá velocidades de descarga de datos de 100 megas por segundo, cuatro veces más rápido que la tecnología más avanzada disponible hasta la fecha (HSPA+).

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